Los techos de nuestras propiedades son nuestra primera línea de defensa contra los elementos, y en Florida, están sometidos a una variedad de condiciones climáticas extremas.

Los daños en los techos pueden manifestarse de diversas formas, desde las evidentes goteras hasta problemas estructurales más sutiles que pueden debilitar la integridad de toda la vivienda.

Las goteras son una de las señales más visibles de un techo dañado, pero también pueden indicar problemas más graves, como la acumulación de humedad y la formación de moho.

La humedad atrapada en el interior del techo puede conducir a la proliferación de moho y hongos, lo que no solo representa un riesgo para la salud, sino que también puede comprometer la estructura misma de la vivienda.

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